
Lic. Carmen de Montserrat Robledo Galván
Docente
Nació en la Ciudad de México el 11 de febrero de 1964. Aunque desde muy niña le encantaban los temas relacionados con la Biología y pensaba que se dedicaría a trabajar en algún laboratorio o en el campo observando animales, desde que estaba cursando la escuela secundaria, descubrió el fascinante mundo de la Historia y se quedó prendada de él.
No lo encontró en la escuela, ya que, los maestros se enfocaban en que los alumnos aprendieran sobre todo nombres y fechas, más que en que entendieran los procesos históricos. Ese maravilloso mundo lo encontró en los libros de Historia que estaban en la casa. Su papá era médico, pero le gustaba conocer temas de todas las áreas, por lo que tenían libros de Química, Física, Biología, Literatura, Historia Universal, Historia de México, Historia del Arte, etc.
Cuando ya estaba cursando los estudios de Educación Media Superior en la Escuela Nacional Preparatoria número 6 “Antonio Caso”, un amigo que estudiaba la con ella, pero que también se estaba preparando en La Esmeralda, la introdujo en ese otro fascinante mundo que es el arte. A ella siempre le había gustado dibujar y pintar, pero él le compartió cómo ve un pintor todas las cosas que lo rodean, como, por ejemplo, un árbol. El artista ve una cantidad extraordinaria de distintos tonos de verdes en las hojas de éste, que un ojo no entrenado ni siquiera se da cuenta que los está viendo.
Tuvo la fortuna de que, en la Preparatoria, las áreas de estudio del último año estaban estructuradas en seis temas y ella pudo cubrir las dos últimas, las áreas 5 y 6, que eran las de Humanidades Clásicas y Artes respectivamente. Estaba muy bien el plan de estudios y llevaban materias como latín, griego, e Historia del Arte, la cual le encantó.
De ahí pasó a la Facultad de Filosofía y Letras en Ciudad Universitaria, para estudiar la Licenciatura en Historia. En aquel momento no existía la carrera de Historia del Arte en la UNAM, pero en la carrera de Historia los alumnos tenían materias que escogían de acuerdo con el área de estudio a la que pensaban dedicarse. Desde el principio se abocó a temas de arte y tuvo como maestros a grandes personalidades en el ámbito de la Historia del Arte en México, tales como el maestro Rogelio Ruiz Gomar, la Dra. Juana Gutiérrez Haces, el Dr. Jorge Alberto Manrique y la Dra. Clara Bargellini, quien fue su asesora en la tesis de licenciatura.
Reconoce también a los excelentes maestros que tuvo en las materias del área de Historia, ya que su influencia ha sido decisiva en su formación académica y personal. Entre los profesores de los que tuvo la dicha de ser su alumna, se encuentran Juan Antonio Ortega y Medina, Eduardo Blanquel, Antonio Rubial García, Marialba Pastor Llaneza, Carlos Pereira, Alfredo López Austin y toda una pléyade de grandes especialistas que han producido mucho del conocimiento que se tiene ahora sobre los respectivos temas que ellos han trabajado.
Su tema de tesis fue la Iconografía de las imágenes novohispanas de los Desposorios de la Virgen. Siglo XVII, cuya realización le llevó mucho tiempo. Sin embargo, logró descubrir la quintaesencia de estas imágenes. La mayoría de los investigadores veían en ellas sólo reproducciones de los relatos de los Evangelios Apócrifos y representaciones visuales de un pasaje de la vida de la Virgen sin más contenido que el narrativo. En su Tesis logró demostrar que son mucho más que eso y en realidad son expresiones plásticas de la teología católica que sirven de puente para elevar al cristiano hacia la trascendencia del misterio plasmado en ellas.
Su primer trabajo fue como investigadora en el Museo de la Basílica de Guadalupe, en donde colaboró con el gran museógrafo Jorge Raúl Guadarrama Guevara, quien era el director del Museo. El Museo de la Basílica tiene una de las mejores colecciones de Arte
Sacro. Ella ayudó en la catalogación y clasificación de diversas obras, a las que les hacía su estudio iconográfico. Dio visitas guiadas del Museo y/o de todo el recinto guadalupano. Asimismo, realizó la investigación para la exposición que se presentó en el Museo con motivo de los cien años de la coronación de la Virgen de Guadalupe de diciembre de 1995 a mayo de 1996. Participó en otras publicaciones como la de: Beatriz Berndt León Mariscal, Jaime Cuadriello, y Carmen de Montserrat Robledo Galván, “Mosaico de Iconografía Guadalupana” en Artes de México. Visiones de Guadalupe. Obras escogidas del Museo de la Basílica de Guadalupe en el Museo Bowers del arte de
las culturas de Santa Ana, California. México, Artes de México núm. 29. Edición especial, 1995.
Después, cuando nació su hija, salió de trabajar del Museo y se dedicó a criarla y a educarla. En el año de 2014 volvió a trabajar como investigadora en la Catedral Metropolitana de México, en donde hizo un estudio exhaustivo de la Capilla de los Ángeles, del coro, de los campanarios, etc. Ahí también dio visitas guiadas.
Trabajar en el Museo de la Basílica de Guadalupe y en la Catedral de México fueron experiencias muy interesantes porque ambos son lugares que exhiben arte sacro dentro de un recinto sacro también. En la Catedral, incluso muchas obras siguen permaneciendo en su retablo y emplazamiento originales.
Actualmente trabaja con el Instituto Teológico Digital para seguir colaborando en la difusión del arte y los valores cristianos.